Detroit Today

El Centro Comunitario Hispano de Detroit ayuda a superar la barrera del Idioma en medio de la Pandemia.

Credito: WXYZ

Durante el transcurso de la pandemia, las barreras del idioma han impedido que las comunidades hispanas accedan a información y cuidados básicos de salud pública. Ahí es donde la Corporación de Desarrollo Hispano de Detroit en el suroeste de Detroit está ayudando. Es un centro para muchos hispanohablantes de la zona.

Lourdes Valdivia se fue de Jalisco, México hace 22 años. Ella no sabía ni una palabra de inglés. Lo único que sabía era que quería algo más para ella y sus futuros hijos. “La gente deja a sus padres, a sus hermanos, algunos dejan a toda su familia y no sabes si volverás. Es una situación muy difícil para nuestra comunidad”, dijo Valdivia.

Desde el día en que puso un pie en Estados Unidos, el idioma fue su mayor obstáculo. Encontró su salvavidas en Detroit Hispanic Development Corporation, pero ni siquiera ellos estaban preparados para lo que traería la pandemia.

A las familias de habla hispana les faltaba por completo información importante sobre los períodos de cuarentena, la disponibilidad de las pruebas, y el coronavirus en general. ¿Por qué? Todo estaba siendo transmitido en inglés.

“La gente estaba esperando en sus casas sin saberlo o sin saberlo seguían yendo a trabajar y tratar de mantener a su familia lo cual es muy peligroso y como cabeza de familia, a veces sientes que no tienes otra opción”, Cristal Rivas. Según el Journal Hospital of Medicine, las familias inmigrantes y las personas con dominio limitado del inglés tienen más probabilidades de tener un estatus económico más bajo, vivir en casas abarrotadas y trabajar en industrias de servicios que se consideraron esenciales. Todos fueron factores de alto riesgo de COVID-19.

“Creo que es por eso que tanta gente murió y tanta gente se enfermó gravemente porque necesitábamos información en español o en otros idiomas que habla nuestra comunidad, como la comunidad árabe. Necesitamos la información en nuestro idioma”, agregó Valdivia.

A pesar de tener exceso de trabajo y falta de personal, defensores como Rivas iban de puerta en puerta para controlar a los residentes, realizar campañas de recolección de alimentos y administrar clínicas de vacunas de la Detroit Hispanic Development Corporation. “También estábamos haciendo llamadas telefónicas para programar las citas con los clientes personalmente solo para facilitarles las cosas y hacerles saber que estábamos aquí si necesitaban algo”, dijo Rivas.

La educación virtual fue otra bola curva para familias como la de Valdivia, que no tenían acceso a una computadora y no entendían el material. “Tratar de ayudarlos con su tarea, tratar de asegurarnos de que se conecten a las clases fue difícil para nosotros como padres”, dijo. Con el paso del tiempo, las agencias públicas se han vuelto más conscientes de las brechas en las comunicaciones. Valdiva dijo que muchos de sus temores se han calmado y se ha encargado de ayudar a su comunidad a salir de la oscuridad. “Vamos a superar esto”, dijo. “Les digo que se vacunen, se pongan las máscaras, se cuiden y se protejan”.

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