El secretario de Michigan que puso en duda los resultados electorales se enfrenta a la destitución.
Una oficinista de un pequeño pueblo acusada de manejar indebidamente el equipo de votación después de poner en duda la victoria electoral del presidente Joe Biden se enfrenta a una elección de destitución el martes en uno de los condados más conservadores de Michigan.
Stephanie Scott se presentó sin oposición como candidata republicana por primera vez cuando fue elegida en las mismas elecciones de noviembre de 2020 para manejar la votación en el municipio de Adams del condado de Hillsdale, donde viven unas 2.200 personas a lo largo de carreteras rurales salpicadas de carteles de apoyo a Donald Trump.
La candidatura de Trump y el vicepresidente Mike Pence recibió casi el 76% de los votos en la comunidad confiablemente republicana, pero Scott se unió a un grupo de funcionarios electorales del Partido Republicano en todo el país que han cuestionado la exactitud de los sistemas de votación de Estados Unidos. Algunos de los que ahora incumplen las leyes y normas electorales estatales siguen haciendo afirmaciones sin fundamento de manipulación de las máquinas de votación y fraude electoral como la razón de la derrota de Trump.
Cuando llegó el momento de prepararse para las elecciones de noviembre de 2021 en su municipio, Scott dijo que le preocupaba la precisión y que había considerado las papeletas de papel y el recuento manual antes de decidirse por utilizar el mismo sistema. “Francamente, estaba llegando a un dilema moral de incluso ejecutar esta elección”, dijo Scott a The Detroit News.
El Estado intervino después de que Scott se negara supuestamente a permitir que un contratista realizara tareas de mantenimiento preventivo y no llevara a cabo pruebas de precisión, entre otras cuestiones. Fue destituida de sus funciones en octubre de 2021.
Y cuando la oficina del secretario del condado de Hillsdale tomó custodia de un tabulador electoral y una terminal de asistencia al votante de las oficinas del municipio para prepararse para una prueba pública de precisión, descubrieron que la tableta del tabulador había sido retirada. La policía estatal de Michigan se incautó de ella después de que Scott se negara a entregarla. er.
La tableta “es el ordenador que contiene el software, un sistema operativo y algunos datos electorales duplicados de elecciones anteriores”, dijo Abe Dane, secretario adjunto jefe del condado de Hillsdale.
Scott dijo a The Detroit News que no confiaba en que otros funcionarios mantuvieran la custodia de los datos. La Policía Estatal de Michigan inició una investigación para determinar si se había producido alguna manipulación, pero no se presentaron cargos penales. Un grupo de votantes distribuyó entonces peticiones, lo que dio lugar a las elecciones de destitución.
A pesar de varios intentos de The Associated Press, ni ella ni su abogado respondieron a las preguntas ni hicieron comentarios para este reportaje. Scott es uno de los funcionarios electorales de todo el país acusados de manipular indebidamente el material electoral en su afán por descubrir el fraude.
“Hay un montón de verdaderos creyentes que se han encargado de manipular las máquinas de recuento”, dijo Jonathan Hanson, experto en elecciones de la Escuela de Política Gerald R. Ford de la Universidad de Michigan. “De alguna manera no se puede convencer a la gente de que éste no es el gran problema que les han hecho creer”.
