Huichapan, Hidalgo: Capilla del Señor del Calvario y otros templos.

Francisco Castellanos J.
En 1570 se encontró en una colina cerca del pueblo una mula que cargaba la imagen de un Cristo. Se enviaron avisos para buscar al dueño, sin embargo, no hubo resultado alguno, por lo que se decidió construir un templo para resguardarla.
Esta capilla, ubica al oriente de Huichapan, actualmente custodia al Cristo del Calvario, imagen muy venerada en esta localidad. Iglesia Del Señor Del Calvario, Avenida Francisco I. Madero, El Calvario, Huichapan, Hidalgo, México.
Los laboriosos franciscanos tuvieron a su cargo la evangelización de la parte surponiente del actual estado de Hidalgo, la cual comprende Tecozautla, Nopala y Huichapan.
Los religiosos llegaron a esta última en el año 1531, dando la primera misa en una choza cercana a la población.
Para recordar el acontecimiento pionero en la evangelización, se labró la representación del jacal en la portada de la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, lo cual puede simbolizar, además, un refuerzo del sentido de austeridad franciscana.
En el centro de Huichapan, frente al jardín principal, se halla este monumental conjunto edificado a lo largo de varios siglos.
Es un grupo complejo de edificios, constituido por la parroquia de San Mateo, la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe y la de la Tercera Orden, enlazados por un atrio frontal, el cual sirvió como cementerio muchos años.
En la relación de Antonio de Ciudad Rodrigo, de 1585, menciona para Huichapan: “El convento está acabado, con su iglesia, claustro, dormitorio y huerta, en la cual se dan nueces y otras frutas y mucha hortaliza; riégase todo con el agua que sale de una fuente que nace dentro de la misma huerta que es mucha cantidad; el edificio del convento es bueno y su advocación es de San Matheo; los frailes que en él moran son cuatro y todo es tierra templada.”
En la sencilla crónica encontramos una confirmación de la bondad del clima y de los frutos de la tierra. Posteriormente, en el siglo XVIII, con el legado del capitán de infantería Manuel González de León, benefactor histórico de la población, fueron construidas entre otras obras importantes la actual parroquia y la capilla del Calvario, a las afueras de la localidad, entre 1753-1763 y 1751-1754, respectivamente.
La cruz de piedra que recibe al visitante del espléndido conjunto es un ejemplo destacado de la escultura novohispana. La profusión de los relieves da cuenta de la dedicación volcada en su realización.
El carácter didáctico de la obra, cuyo objetivo era mostrar el episodio culminante de la Pasión, presenta en la intersección de los brazos el rostro de Cristo rodeado por un entrelace de gran delicadeza: la corona de espinas.
Dichas obras opacan al altar mayor, neoclásico, estructurado mediante columnas de orden jónico sosteniendo un frontón partido, con un ciprés al frente, propio de la misma corriente neoclásica. Debemos hacer mención aparte de la escultura orante del capitán González de León, motivo infrecuente en el arte virreinal, y ejemplo ingenuo de la fe popular.
El claustro es modesto en apariencia, y se encuentra adosado a la capilla de Guadalupe. En el dintel de la puerta del pasillo que conduce al patio secundario al sur, existe una franja mural indudablemente del siglo XVI, con tallos y vides entrelazadas. La parte posterior del convento, llamada la Casa del Artesano, se distribuye en dos niveles. Ha sido una parte importante de la historia del lugar.
Huichapan, pueblo mágico, milagro de la cantera y de la maestría de sus artistas, bien merece un recorrido pausado del amable lector.
