Leyendas de Mexico

“La niña en la escalera”

Francisco Castellanos J.

CIUDAD DE MÉXICO. Lo que parecía un cuento de hadas para una familia, se convirtió en una pesadilla cuando el padrastro de unos pequeños se quedó sin trabajo y se hizo adicto al alcohol… su dependencia a la bebida hizo que su conducta cambiará al grado de arroja a una niña de las escaleras.

Cuenta la leyenda que hace muchos años una madre viuda vivía en una bonita casa de campo que compartía con sus 3 hijos, sin embargo, un día se enamoró perdidamente de lo que en un principio parecía un buen hombre a tal grado que lo invitó a vivir con ellos.

Todo marchaba de maravilla hasta que el hombre de la casa se quedó sin trabajo y en su desesperación por no encontrar otro rápidamente empezó a beber alcohol de manera constante, lo cual hacía que su conducta hacia su mujer y hacia los niños cambiara.

La buena imagen del hombre cambió rápidamente cuando parecía que lo único que buscaba era hacerle daño a todos, pues a los niños los reprendía, los golpeaba y a veces hasta los dejaba sin comer; la mujer no se salvaba, pues ella era constantemente golpeada y humillada.

Una noche mientras el hombre estaba totalmente borracho golpeó a la niña más pequeña y la arrojó por las escaleras ocasionándole la muerte. 

La madre desconsolada decidió tomar a sus hijos y mudarse de ahí para evitar que la culparan a ella; el hombre simplemente desapareció.

Tiempo después la casa fue habitada, sin embargo, los nuevos huéspedes aseguraban escuchar gritos de ayuda con voz de niña y súplicas para que le dieran un poco de agua.

Otras ocasiones la veían parada al pie de la escalera con una mirada perdida, no sabiendo si se colocaba ahí para cuidar a las personas de que no cayeran como ella o más bien para empujarlas y que tuvieran el mismo final trágico

Aunque trataba muy mal a los tres niños, parecía tener un odio mayor por la hija de 10 años, a quien golpeaba de forma más salvaje, llegó un día hasta el punto de arrojarla por las escaleras… y la pequeña murió al momento.

Para no enfrentar el castigo por lo ocurrido, el resto de la familia huyó a alguna ciudad que se desconoce.

La casa pasó a manos de otra familia, que duró poco tiempo en ella, pues escuchaban a menudo la voz de la pequeña pidiendo ayuda.

Las siguientes personas que habitaron esa casa, se quedaron el tiempo suficiente para escucharla llorar y gritar en medio de la noche, hablando cuando la gente estaba de espaldas y al voltear no veían nada… también golpeaba en ocasiones la puerta para pedir un poco de agua, pero; lo más inquietante de su presencia, era cuando se paraba en la escalera… pues no se sabe si estaba cuidando a los demás para que no cayeran, o a propósito aparecía para tirarlos como lo hicieron con ella y corrieran su misma suerte.

Siguen sin conocerse sus intenciones, pues hasta el momento el hecho de verla, para muchas familias ha sido suficiente… y la casa ahora permanece abandonada porque esa niña estará ahí por siempre.

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