Música tradicional de Querétaro; Danza de las varitas, Los Caballitos y Gavilanes.

Francisco Castellanos J.
La Malinche también se cuenta entre las danzas de los pames, al lado de la Danza de Tsuk’ uus y la Danza Matlaczinga (estas últimas tradicionales del municipio de Ciudad del Maíz).
Asimismo, en Semana Santa y en las fiestas patronales se interpreta la Danza de los caballitos, donde una cuadrilla de bailarines que llevan en la cintura llamativos caballos hechos con una armazón de carrizo y adornados con espumillón de colores realizan alegres evoluciones al ritmo de sones arribeños interpretados por dos violines, una jarana y una guitarra quinta huapanguera.
Los acompañan un torito y una mulita, esta última cabalgada por un enmascarado que hace las veces de “loco de la danza”. Los pames también llevan a cabo una danza propiciatoria de la lluvia conocida como la Danza del mitote, donde hombres y mujeres bailan, cubiertos con capotes de paja, al son de una flauta de mirlitón (admirable instrumento elaborado con un tubo de carrizo y una hoja de maíz, cuya boquilla está hecha de la parte central de un pluma de gavilán o guajolote y se une al tubo con cera negra.
La flauta tiene cuatro orificios de obturación y un agujero adicional cubierto con una membrana de tela de araña, cuya función es la de modificar el sonido por medio de la vibración, lo cual a su vez también hace vibrar la hoja de maíz).
Esta danza se lleva a cabo en el atrio de la iglesia o en la plaza del pueblo, y se trata de una ofrenda tanto al Dios católico como a los dioses del pueblo.
Danza de los caballitos
De especial interés son dos de las danzas emblemáticas de las comunidades indígenas de la Huasteca potosina: la Danza de los voladores y la Danza de los huehues. La Danza de los voladores es un ritual agrícola fuertemente arraigado en Puebla, Veracruz y San Luis Potosí, donde recibe el nombre de Bixom T´iiw (Danza de los gavilanes).
Se lleva a cabo en la comunidad de Tamaletom, en el municipio de Tancanhuitz, y en ella los danzantes adoptan los atributos del gavilán para acompañar al sol en su recorrido de oriente a poniente.
El vuelo en sí forma parte de un ritual más complejo formado de distintas etapas, que inicia con la búsqueda de un palo de más de 15 metros y lo más recto posible, el cual servirá como mástil. Una vez encontrado, se lleva a cabo una ceremonia para pedir al espíritu del árbol permiso para cortarlo.
Luego lo bendicen, le quitan las ramas y lo llevan al lugar donde se realizará la danza. Los voladores van descalzos y visten pantalón y camisa de manta de color blanco, con una franja de color verde (la naturaleza) y otra de color amarillo (el sol) atravesadas sobre el pecho en forma de cruz.
