Tienes que leer: Qué hacer en Mineral de Pozos, Guanajuato. “La pintura de La Ninfa”.

La Ninfa en Jaral de Berrio es una pintura localizada en el baño de una hacienda que se supone, era una de las hijas del conde de la hacienda.
Se dice que cada que alguien le toma una foto a la pintura, esta no aparece idéntica. Es decir, puede aparecer en posición contraria a la que tenía cuando vieron el cuadro, a otra persona le apareció en la foto la cara de un hombre con sombrero y bigote.
La llorona
Sin duda una de las más famosas leyendas de terror de Guanajuato. Dicen que se aparece llorando por sus hijos por todo México, los túneles de Guanajuato no son la excepción. Cuentan que se aparece en la calle subterránea por ahí de las 3 o 4 de la madrugada.
Cuando la Calle Hidalgo está sola y el único ruido que se escucha es el de las goteras del agua que se filtra por las paredes de roca, un escalofriante aire frío hace pensar que algo anda por ahí. Aparece en un vestido blanco desgarrado y sucio.
Con los cabellos sueltos. Una hermosa y joven mujer que, rechazada por el hombre que amaba, ahogó a sus hijos y luego se suicidó.
Dato curioso: Por la carretera que conecta a Dolores Hidalgo con San Luis de la Paz, ambas ciudades en Guanajuato, se ubica la ex- hacienda 7 Reales, ahí se encuentra un monumento de cantera dedicado a la Llorona. Se levantó en 1913 para que dejara de merodear por ahí. Aquella persona que rece un Ave María frente al monumento tendrá 300 días de indulgencia.
La Niña Araña y los taxistas de Guanajuato
Si subes a un taxi en Guanajuato pídele que te cuente esta leyenda. Dicen que una niña pidió a un taxista que la llevara al panteón, y que al bajar del taxi se metió al panteón por la barda, como si fuera una araña.
El chofer llamó a sus compañeros para pedirles ayuda porque estaba muy impactado, pero murió en su vehículo debido al impacto.
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La casa de las brujas
Es una casona de estilo arquitectónico art noveau que ha sido pintada de colores para quitarle lo tenebroso. Se dice que por las noches de luna llena, de una de las ventanas, se asoma una mujer joven y guapa con un quinqué.
No te habla pero te invita a entrar con una seña. Quien se anima, escuchará voces agudas provenientes del fondo del cuarto, que son de dos mujeres de edad avanzada, quienes estarán sentadas cerca de una gran chimenea.
Una anciana de tres dientes le ofrece pasar la noche con la joven de la ventana, si este acepta, será su última noche, y todo parecerá un suicidio.
