Chivas mantiene la racha y suma un nuevo triunfo en la era Veljko Paunović.

Francisco Castellanos J.
El Rebaño Sagrado se impuso 2-1 ante Pumas en el estadio Universitario de Ciudad de México y extiende su racha de cinco partidos sin conocer la derrota, mientras que los felinos acumulan su tercer descalabro de forma seguida.
Los Pumas de la UNAM están sumergidos en una delicada crisis en el torneo Clausura de la Liga MX después de caer en la noche del sábado 18 de febrero 1-2 en condición de local ante Chivas de Guadalajara en compromiso de la fecha 8.
En el terreno de juego fueron los visitantes quienes abrieron rápidamente el marcador: descuido en la defensa que aprovechó Daniel Ríos para abrir la pizarra de cabeza-rodilla, madrugando nuevamente a los Universitarios, quienes padecieron de un gol tempranero también ante Necaxa en su anterior presentación.
Los locales intentaron revertir el sacudón, pero Miguel Jiménez estuvo inmenso en su arco.
Luego, nuevamente por vía aérea, Carlos Cisneros amplió la ventaja y con ella se fueron al descanso.
El conjunto local lo tuvo con Juan Dinenno sólo frente al marco, pero definió de tres dedos y mandó el balón por un lado, pero en los minutos finales tuvo su revancha y marcó con la frente el descuento, sumando así seis dianas en el torneo y su primera ante los rojiblancos.
Sin embargo, el tiempo no alcanzó para más y los tapatíos ahora son cuartos en la tabla general.
Pero la derrota de Pumas ante Chivas no fue tomada de la mejor manera por un sector de aficionados que en vez de resignarse o simplemente manifestarse por otros medios terminaron por aventar todo tipo de objetos contra los jugadores felinos tras el final del partido en el Estadio Olímpico Universitario.
¿Qué pasó en CU con jugadores de Pumas? Después de que el árbitro Marco Antonio Ortiz silbó el final en CU, los jugadores iban camino al vestidor cuando un grupo de aficionados que estaban en la tribuna más cercana a la cancha comenzó a insultarlos y muchos de los seguidores lanzaron objetos como líquidos y vasos de plástico. Todo ante la frustración de que el equipo felino volviera a perder.
