Cómo superar los nervios de la vuelta al cole antes del curso escolar.

Es completamente normal que los niños se sientan un poco nerviosos ante la vuelta al cole tras las largas vacaciones de verano. Gran parte de la ansiedad está relacionada con el miedo a lo desconocido. Por ejemplo, si tienen clases nuevas, es posible que les preocupe si les gustará el profesor, si la clase será difícil o si entenderán lo que se enseña.
Además, los deberes y los exámenes pueden añadir estrés. También puede preocuparles encajar con sus amigos, sobre todo si se han producido cambios como el uso de gafas o aparatos de ortodoncia. O les ha salido acné, han ganado peso o han tenido otros cambios corporales porque están creciendo.
Para algunos niños, la vuelta al cole puede ser aún más difícil si cambian de colegio, empiezan la guardería o pasan de la escuela primaria a la secundaria o de la secundaria al bachillerato.
Los lugares nuevos y las caras nuevas pueden hacer que cualquier niño se sienta estresado y preocupado. Y estos cambios pueden suponer un reto para toda la familia.
Los niños pueden mostrar ansiedad escolar de diferentes maneras. He aquí algunos signos:
- Enfadarse, enfadarse o tener rabietas
- Llorar mucho sin un motivo claro
- Se muestra pegajoso o le cuesta separarse de sus padres.
- Malestar, dolor de estómago o de cabeza.
- Se muestra inquieto o intranquilo
- Tiene problemas para comer o dormir
Empiece por preguntar a su hijo cómo se siente. Y luego escúchale atentamente. No descartes sus temores. Tómeselos en serio y dígale que lo entiende. Así se sentirá más seguro.
También puedes hacer algunas prácticas. Ve andando o en coche al colegio unas cuantas veces para que se familiaricen con la ruta. Si hay un “Meet and Greet” en el colegio, id juntos. Paseen por los pasillos, vean la nueva aula y conozcan al profesor. Esto también les ayuda a ver quién está en su clase.
Y si a un niño le preocupa hacer amigos, practica las interacciones sociales antes de que empiece el colegio.
Recuerda que no pasa nada si los niños se sienten un poco nerviosos. Pero si siguen teniendo problemas incluso después de empezar el colegio, quizá sea bueno hablar con un médico. ¿Por qué? Porque la ansiedad puede bloquear el cerebro y dificultar que los niños piensen con claridad y rindan bien en la escuela.
Así que, a medida que se acerque el inicio de las clases y aumente el nerviosismo por la vuelta al cole, respira hondo y mantén una actitud positiva. Antes de que te des cuenta, tu familia habrá vuelto a la rutina escolar.
